Todo lo secreto tarde o temprano se aclara, de modo que Victoria Lobov, con toda su astucia, no podrá engañar al inspector anal Carter. El tipo tiene olfato para una coartada porno con un familiar falsa, e incluso un estafador con experiencia no podrá sostenerlo alrededor de su dedo, sino que, por el contrario, todo sucederá y el testimonio será firmado por su mano temblando por el orgasmo.