Es poco probable que alguien, yendo a nadar en un insestos familiares Sapa de vacaciones, sueñe con meterse en una tormenta y ser arrojado a tierra en una isla lejana. Pero Sia y Alberto no son de los que se quejan de nada, porque a pesar de lo feo de la situación, hay que buscar en ella los mejores momentos, y hay muchos. ¿Cuándo todavía podrían acercarse e ir más allá de la frontera de la amistad hasta ahora?