Ojalá pudiera ir al mar ahora, pero eso no es todo. Pero hay una manera para los trabajadores, y otra para las sirenas, como Hangry Kitty. Por mucho que intente alejarse de su hijastro a la orilla del mar, él la empujará a un rincón para abrir sus largas piernas y acceder al agujero del placer. A la madrastra no le queda más remedio que porno real familiar convertirse en sirena ventosa.