Es una velada agradable y un grupo de amigos disfruta de cócteles y charla en el patio videos de insesto familiar de la piscina. Uno por uno, los invitados se van y la fiesta comienza a apagarse. Al final, los dueños de la casa, Iwia y Jonny, después de acompañar al último huésped hasta la puerta y ponerse un poco en orden, se retiran al dormitorio. Y luego la charla sociable y la comunicación fácil son reemplazadas por el deseo mutuo y el hambre sexual. Este vídeo es una prueba fehaciente de que a veces la mejor fiesta no empieza hasta que se acaba la primera.