Evan ya tiene la edad suficiente para renunciar a cualquier adicción y no ve nada de malo en apostar en los deportes. Es cierto que sin su afortunada hijastra, incesto anal familiar el talismán Lily, tres juegos seguidos se fusionan en el bolsillo de los corredores de apuestas, pero el partido más importante aún está por llegar, por lo que lamer la suerte y cruzar los dedos de los pies durante un orgasmo es lo que necesitas para la buena suerte.