Tan extraño. Erin esperaba que la casa de la poeno familiar señora Arabelle estuviera llena de esqueletos, cuero negro, cadenas y todo tipo de arneses, como es costumbre con otras dominas. Pero ella es nueva y no entiende que lo principal no es el envoltorio, sino lo que hay dentro, por lo que la pelirroja aún tendrá que aprender todas las sutilezas del BDSM de la nueva ama para ganar esa misma experiencia que proviene del adentro, y no alardeado.