Los cazadores saben que hay momentos en que la presa va a tus manos y ni siquiera lo sospechan, por lo que Numi Zara picotea el cebo de Jay y salta a su BangBus por una tarifa nominal. En su tierra natal en Cuba se condena tal comportamiento, pero ella está en porno de familiar el Miami democrático, donde sólo hay un par de cientos de pavos entre la virginidad y las vergas.