Los colegas Lynsey Ryder y Keiran Lee se odian, pero en el fondo están dispuestos a admitir que esta hostilidad es causada por el deseo sexual, quieren follar, pero no pueden, por lo que los escándalos surgen uno tras otro. Pero el jefe está harto de estas riñas en la oficina, así que los compañeros tendrán que estar solos y lidiar con insestos familiares esta puta tensión.